El Rastreador

¿Escalar montañas? Igual que buscar adolescentes perdidas  
La adolescencia es una edad muy mala. De golpe te da por prostituirte a lo loco como al que le da por no comerse las lentejas o no estudiar. Sí amigos, debe ser normal en Japón llegar a la adolescencia, irte a Shinjuku y liarte a prostituirte como si no hubiera mañana hasta que te raptan, porque hay muchos personajes adolescentes femeninos en el manga que lo cuentan y explican que irse con un señor adulto en su coche es como si fuera tan normal como ir a un ChikiPark. Y entonces un señor, que no es tu padre ni tu tío pero al que llamas tío, se pone a buscarte porque era amigo de tu difunto padre y al final le da por SPOILER escalar edificios para encontrarte porque cree que estás allí. Y estás, con esposas incluidas FIN DEL SPOILER. Y a todo esto, los trabajadores de los que saben que están haciendo algo ilegal contigo no dicen nada y todos colaboran con el enfermo culpable de lo que te ha pasado. La policía siempre por detrás de tu no-tío porque son más tontos. Y tu amiga, la más puta de todas, saca beneficios hasta por dar pistas de qué ha pasado contigo. Qué clase de mierda de sociedad retrata este manga. Pero qué mierda es ésta.

Dentro de lo aberrante de la situación y de lo absurdo que (me) parece todo, tenemos un manga entretenido pero que... es para alucinar un poco. O un mucho, dependiendo de dónde esté tu límite del alucinamiento.

Para fans de Taniguchi, e iba a decir que para los que busquen mangas de estilo un poco más serio, pero con el argumento que tiene este título... no sé si es muy serio o todo un despropósito.

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